Vida de santidad[1].
Los santos Cirilo y Metodio eran dos hermanos que recibieron
esos nombres al entrar a la vida religiosa. Por su gran acción evangelizadora,
se los considera como los dos grandes apóstoles de los países eslavos (en la
actualidad, República Checa, Bulgaria, Serbia, Croacia, etc.). Fueron llamados
por el príncipe Rotislav, quien deseaba el establecimiento de sacerdotes cultos
que lograran afianzar el cristianismo en la Gran Moravia y estableciesen una
organización eclesiástica independiente de Baviera, siendo encargados para esa
tarea Cirilo y Metodio que, oriundos de Salónica, dominaban la lengua eslava.
Llegaron al imperio de la Gran Moravia en el año 863 y desarrollaron allí una
extraordinaria labor religiosa y cultural que se caracterizó, entre otras
cosas, por aportar un alfabeto compuesto de 38 letras en el que se reflejaba la
gran riqueza sonora del eslavo antiguo. La escritura eslava de Cirilo recibió
el nombre de glagólica. Cirilo es también el fundador de la literatura eslava,
constituyendo el cimiento de esta literatura la traducción de libros religiosos
al eslavo antiguo. El primer libro traducido por Cirilo fue el evangeliario,
elemento indispensable para celebrar las misas y para la catequesis, aunque
también, con la ayuda de sus discípulos, vertió al eslavo antiguo el misal, el
apostolario y otros libros litúrgicos. Al concluir en Moravia la traducción de
los cuatro evangelios, Cirilo escribió el prólogo de esta obra, llamado
Proglas. Se trata de una composición poética, escrita en versos, según los
cánones griegos, considerada una obra fundamental de la literatura eslava. Al finalizar
sus cuatro años como misioneros en la Gran Moravia, Cirilo viajó a Roma e
ingresó en un convento de monjes griegos. Falleció a los 50 días de su estancia
en la Ciudad Eterna, el 14 de febrero del 869. Al morir, el primer educador y
maestro de los eslavos tenía tan sólo 42 años.
Metodio,
hermano de Cirilo y colaborador en la misión en la Gran Moravia, nació
alrededor del año 815, también en Salónica. Ingresó en un convento ubicado al
pie del Olimpo, desempeñándose cómo archidiácono del templo de Hagia Sofia (Santa Sabiduría), de
Constantinopla y como profesor de filosofía. Bajo su dirección se desarrolló la
escuela literaria morava de la cual salieron las traducciones al eslavo antiguo
de todos los libros del Viejo y del Nuevo Testamento. La traducción de las
Sagradas Escrituras fue realizada en la Gran Moravia en ocho meses. San Metodio
murió el 6 de abril del año 885 y fue enterrado en su templo metropolitano en
Moravia.
Mensaje
de santidad.
Los
santos Cirilo y Metodio dedicaron sus vidas a evangelizar, es decir, a hacer
conocer a Jesucristo, el Hombre-Dios, entre aquellos pueblos que no lo conocían;
para lograrlo, inventaron un nuevo alfabeto y tradujeron al nuevo idioma los
libros litúrgicos, necesarios para la celebración de la Santa Misa, y las Sagradas
Escrituras. Todo lo hicieron por amor a Jesucristo, puesto que no tenían ningún
otro interés que el de hacer conocer y amar a Jesucristo. Con su tarea
misionera, evangelizaron a pueblos que hablaban otros idiomas y lograron, con
la ayuda del Espíritu Santo, hacer que los pueblos eslavos hablaran un solo
idioma, el idioma de la Fe en Jesús, el Cordero de Dios. Fueron los artífices,
no solo de una nueva nación y de una nueva literatura y cultura, sino ante
todo, del nacimiento de hombres nuevos por la gracia; de hombres que,
ingresando a la Iglesia por el bautismo y perseverando en la fe por ellos
transmitida, habrían de alcanzar la vida eterna. Dos hermanos, en la Baja Edad
Media, con escasísimos medios técnicos, con ausencia absoluta de la moderna
tecnología, logaron la conversión de cientos de millones a la fe de Jesucristo.
Puesto que son un ejemplo para nosotros, que también estamos llamados a
evangelizar, a transmitir la Buena Noticia a nuestros hermanos, y que para ello
contamos con el auxilio de tecnología avanzada y con la ventaja de hablar el
mismo idioma que nuestros prójimos, debemos preguntarnos: ¿qué hacemos, para
hacer conocer y amar a Jesucristo, en el medio en el que nos desenvolvemos?
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