San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia celestial

San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia celestial
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio; reprímale, Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia celestial, arroja al infierno, con el divino poder, a Satanás y a los demás espíritus malignos, que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén".

martes, 16 de julio de 2019

Nuestra Señora del Carmen y el Escapulario



Debido a que el Escapulario de Nuestra Señora del Carmen es un sacramental, nos preguntamos: ¿qué es un sacramental?
Los sacramentales son signos sagrados, y actos públicos de culto y santificación, muchas veces con materia y forma, por medio de los cuales se reciben efectos espirituales por la intercesión de la Iglesia (Cfr. CIC. no.1166).
 Fueron instituidos por la Iglesia, a diferencia de los sacramentos, que fueron instituidos por Cristo. Tienen ciertas semejanzas con los sacramentos. Son signos de la oración de la Iglesia y nos disponen para recibir la gracia.
Pueden ser “cosas” o “acciones”.
Ejemplos de símbolos materiales sacramentales y que actúan ex opere operantis (obran en razón de la Iglesia):
El agua bendita, la más importante
Objetos religiosos benditos (cruces, medallas, escapularios, rosarios, velas)
Ejemplos de “acciones” sacramentales: la bendición, la señal de la Cruz, procesiones.
Cuando utilizamos o recibimos los sacramentales, lo que estamos haciendo es acogernos a la misericordia de Dios y poniéndonos bajo su protección. Debemos de tratarlos con mucho respeto y estar conscientes de lo que significan, lo cual quiere decir que debo adecuar mi vida y mi obrar a la Voluntad de Dios, que se expresa en los Mandamientos.
En otras palabras, si uso un sacramental, estoy indicando que coloco mi vida bajo la protección de la Divina Misericordia, pero no debo tentar a Dios, obrando el pecado o poniéndome en ocasión de pecar, porque con Dios no se juega.
Usar un sacramental significa evitar el pecado –mortal o venial deliberado-, aun a costa de la vida –es lo que decimos en la confesión: “Antes querría haber muerto que haberos ofendido”- y hacer el propósito de vivir en gracia de Dios.
¿Cómo se originó el Escapulario de Nuestra Señora del Carmen?
La Virgen se le apareció  a San Simón Stock en el año 1251, con el Escapulario en la mano, tal como lo conocemos en la actualidad, y le dijo: “El que muera usando el Escapulario, no padeceré el fuego del Infierno. Y si debiera ir al Purgatorio, yo lo iré a buscar allí al próximo sábado”. De esto se deduce, entonces, que quien muere con el Escapulario puesto, se salva del Infierno y tiene asegurada la vida eterna.
¿Cuáles son las promesas del Escapulario de Nuestra Señora del Carmen?
La principal promesa es que el alma que muera usando el Escapulario no se condenará en el Infierno.
Secundariamente, un Purgatorio corto –como máximo, seis días-.
En todos los casos, ¡la vida eterna! ¡El Escapulario de Nuestra Señora del Carmen es un maravilloso regalo del cielo!
¿Qué simboliza el Escapulario de Nuestra Señora del Carmen? La palabra escapulario viene del latín “scapulae” que significa “hombros”. Originalmente era un hábito superpuesto que caía de los hombros y lo llevaban los monjes durante su trabajo. Tiene el sentido de ser la cruz de cada día que, como discípulos de Cristo llevamos sobre nuestros hombros. Puesto que el Escapulario original es de color y de tela marrón oscuros, similares al hábito de Nuestra del Carmen, para los carmelitas pasó a significar su consagración especial a la Virgen, el deseo de imitarla, y el hecho de estar protegidos especialmente por su manto, y esto es lo que significa, actualmente, para todo aquel que lo lleva puesto. El Escapulario simboliza entonces el hábito Carmelita y significa que quien utiliza el Escapulario es admitido en la familia de la Madre de Dios y en la Orden Carmelitana, por lo que participa de los privilegios, gracias e indulgencias que los Sumos Pontífices han concedido a la Orden del Carmen y se beneficia, además, de los méritos, de las penitencias y de las oraciones que se hacen en todo el Carmelo.
¿Qué espiritualidad vive el que usa el Escapulario? Es una espiritualidad eminentemente mariana, porque se compromete a imitar a la Virgen María en sus virtudes, para que su vida esté iluminada por la luz y el amor de la Madre de Dios.
¿Cuál es el objetivo de utilizar el Escapulario de Nuestra Señora del Carmen? El objetivo es la unión con Cristo, por medio de la imitación delas virtudes de la Virgen María.
¿Qué requisitos hay que cumplir para utilizarlo? Implica el firme propósito de vivir en gracia de Dios y de evitar el pecado (el mortal y el venial deliberado), y el rezar, por lo menos, tres (3) Ave Marías, todos los días, pidiendo la gracia de no caer en pecado mortal o venial deliberado.
“Toma este hábito, quien muera usando el Escapulario, no padecerá el fuego del Infierno”
(La Santísima Virgen María a San Simón Stock, el 16 de julio de 1251)

Advertencias prácticas Una vez bendecido el primer escapulario, el devoto no necesita pedir la bendición para escapularios posteriores. Los escapularios gastados, si han sido bendecidos no se deben echar a la basura. Se pueden quemar o enterrar como signo de respeto.
Alerta contra abusos: El escapulario NO salva por si solo como si fuera algo mágico o de buena suerte, ni es una excusa para evadir las exigencias de la vida cristiana. Mons. Kilian Lynch, antiguo general de la Orden Carmelita nos dice: "No lleguemos a la conclusión que el escapulario está dotado de alguna clase de poder sobrenatural que nos salvará a pesar a pesar de lo que hagamos o de cuanto pequemos... Una voluntad pecadora y perversa puede derrotar la ´omnipotencia suplicante´ de la madre de la misericordia."
Los Papas y Santos han alertado muchas veces acerca de no abusar de la promesa de nuestra madre como si nos pudiéramos salvar llevando el escapulario sin conversión. El Papa Pío XI nos advierte: "aunque es cierto que la Virgen María ama de manera especial a quienes son devotos de ella, aquellos que desean tenerla como auxilio a la hora de la muerte, deben en vida ganarse dicho privilegio con una vida de rechazo al pecado y viviendo para darle honor"
Vivir en pecado y usar el escapulario como ancla de salvación es cometer pecado de presunción ya que la fe y la fidelidad a los mandamientos es necesaria para todos los que buscan el amor y la protección de Nuestra Señora.
San Claude de la Colombiere advierte: "Tu preguntas: ¿y si yo quisiera morir con mis pecados?, yo te respondo, entonces morirás en pecado, pero no morirás con tu escapulario".
La Medalla Escapulario La medalla-escapulario tiene en una cara la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y la imagen de la Bienaventurada Virgen María en su reverso. En 1910, el Papa Pío X declaró que, una persona válidamente investida en su escapulario de tela podía llevar la medalla-escapulario en su lugar, provisto que tuviera razones legítimas para sustituir su escapulario de tela por la medalla- escapulario. Esta concesión fue hecha a petición de los misioneros en los países del trópico, donde los escapularios de tela se deterioran pronto. Ahora bien, el Papa Pío X y su sucesor, el Papa Benedicto XV, expresaron su profundo deseo de que las personas continuaran llevando el escapulario de tela cuando fuera posible, y que no sustituyeran el escapulario de tela por la medalla escapulario sin que medie primero razón suficiente. La vanidad o el miedo a profesar su fe en público no pueden ser razones que satisfagan a Nuestra Señora. Personas de esta clase corren el riesgo de no recibir la promesa del escapulario del Carmen.



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