San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia celestial

San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia celestial
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio; reprímale, Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia celestial, arroja al infierno, con el divino poder, a Satanás y a los demás espíritus malignos, que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén".

martes, 1 de noviembre de 2011

La Cruz y la Eucaristía, causa de la felicidad eterna de los Santos



Para celebrar a los habitantes del cielo, a sus miembros que ya gozan eternamente de la visión de Dios Uno y Trino, la Iglesia escoge el Evangelio de las Bienaventuranzas, y no por casualidad, sino porque las Bienaventuranzas son las que conducen directamente al cielo, a la unión en la eternidad con Dios Uno y Trino.

El santo es aquel que en la tierra vivió las Bienaventuranzas, porque siguió a Cristo camino de la cruz, y la cruz es la Bienaventuranza que las resume a todas: Cristo en la cruz tiene alma de pobre, porque nada material tiene, y porque necesita a Dios; sufre la aflicción y la pena que le causa ver a la humanidad extraviada en el pecado y en la rebelión a Dios; es paciente, porque sufre con infinita paciencia todos y cada uno de los dolores de todos los hombres; tiene hambre y sed de justicia, porque su sacrificio restaura la majestad divina, mancillada por la malicia del hombre; es misericordioso, porque solo lo mueve su infinita misericordia; es puro, porque es el Cordero de Dios, Tres veces Santo, es pacífico, porque con su Cuerpo crucificado derriba el muro de odio que separa a los hombres y les da la paz de Dios; es perseguido por practicar la justicia, por hacer justicia al Nombre de Dios, para que el nombre de Dios sea alabado y ensalzado de un confín a otro de la tierra.

La Iglesia celebra a quienes siguieron a Cristo con la cruz a cuestas, hasta el Calvario, y murieron a sí mismos, para resucitar a la vida eterna.

La cruz entonces es la causa de la felicidad de la que ahora gozan los santos por la eternidad, y por este motivo los devotos de los santos deben pedirles su intercesión, ante todo, no para “pasarla bien” en este mundo, sino para convertir el corazón y así, con el corazón convertido, contrito y humillado, tomar la cruz de cada día y seguirlo camino del Calvario.

Pero hay otra causa de Bienaventuranza, o sea, de felicidad eterna, que también resume en sí a todas, y es proclamada por la Iglesia en la Santa Misa: “Felices –es decir, dichosos, bienaventurados- los invitados a la cena del Señor”. La Eucaristía, al igual que la cruz, es causa de bienaventuranza, de felicidad y de alegría eterna, y si los santos son bienaventurados ahora y por la eternidad, es porque dieron sus vidas por la Eucaristía.

También debemos pedirle, al santo de nuestra devoción, esta gracia.

1 comentario:

  1. que significa la cruz de la eucaristia? alguien me puede decir, gracias

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