¿Por qué San Expedito es el santo de las causas urgentes? Porque San Expedito no demoró ni siquiera un segundo su conversión. A pesar de que el demonio lo tentaba, para que postergara su conversión para otro día, apareciéndose como cuervo y gritando: “Cras”, que significa “Mañana”, San Expedito, movido por el amor a Dios, dijo: “Hodie”, que quiere decir: “Hoy”.
Esta es la verdadera “causa urgente” por la que debemos recurrir a la intercesión de San Expedito. Seguramente que hay muchas otras causas urgentes, pero la primera y fundamental, la más importante de todas, es la causa urgente de nuestra conversión.
A San Expedito tenemos que pedirle, antes de cualquier otra cosa, que nos comunique el amor que él tenía a Jesucristo, que fue lo que lo hizo convertirse sin dudar, rechazando las insidias del demonio.
Cuando el demonio nos dice esto, miente: “Espera a mañana para convertirte; continúa hoy con tu vida de pagano; continúa viendo ese programa indecente en televisión; continúa creyendo en los horóscopos y en la suerte; continúa depositando tu confianza en el dinero; continúa aferrado a tus vicios; continúa con el rencor a tu prójimo; Dios es bueno y te esperará, y te va a perdonar todas tus faltas; no es necesario que te conviertas ya, déjalo para mañana”. El demonio miente, porque no sabemos si hemos de vivir mañana; no sabemos si habremos de amanecer vivos; no sabemos si esta noche hemos de morir, y si no nos convertimos ya, ahora, hoy, en este momento, corremos el riesgo de morir en pecado mortal, y así, con la oscuridad en el alma, nos presentaremos ante el juicio de Dios, en donde no habrá ya tiempo para el arrepentimiento y la conversión.
Pero si decidimos a convertirnos, le pedimos a San Expedito que nos ayude en la conversión, para estar en paz con Dios y con el prójimo, y si morimos, iremos a disfrutar de
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