Santo Tomás Moro se encuentra con su hija luego de ser
condenado a muerte.
En
el Martirologio Romano, es considerado como mártir por haberse opuesto al rey
Enrique VIII –siendo presidente del Consejo Real- en la controversia sobre su
matrimonio y sobre la primacía del Romano Pontífice. En consecuencia, fue
encarcelado en la Torre de Londres, en Inglaterra y condenado a morir por
decapitación el 6 de julio de 1532.
Nació
en Londres, su padre era juez de Derecho común. Estudió en Canterbury Hall en
Oxford y enseñó Derecho en Inns of Court;
en el 1501, ingresó en el colegio de abogados. Se planteó hacerse cartujo o
sacerdote diocesano, aunque finalmente se decidió por la vocación matrimonial,
llegando a ser esposo y padre de familia ejemplar. Eligió el matrimonio porque,
según sus palabras, prefería “ser un fiel marido antes que un sacerdote
infiel”. En 1504 se casó con Jane Colt, con la que tendría cuatro hijos; al
fallecer su esposa en 1511, se casó por segunda vez con Alice Middleton, viuda
y madre de una hija. Fue padre de familia numerosa, rico, gran señor, enamorado
ferviente del arte y la cultura, experto en leyes, político y estadista, y
admirador de Pico della Mirándola, de quien escribió su biografía, y de los
Santos Padres y santo Tomás de Aquino. Escribió “La Utopía” (1516), que es uno
de los textos paradigmáticos de la filosofía política, en dialéctica con el
contemporáneo “El príncipe” de Macchiavello.
En
1510 fue miembro del primer parlamento de Enrique VIII, y en 1515 fue agregado
comercial de la embajada de Flandes. En 1517 fue nombrado miembro del Consejo
Real, siendo nombrado lord canciller en 1529. Ayudó al rey en su oposición a Lutero, y
escribió el libro “Diálogo sobre las Herejías” y su “Apología”. A pesar de su
alto cargo en la corte del rey, eso no fue impedimento para declararse, a causa
de su fe católica, en contra del divorcio del rey con Catalina de Aragón. Se opuso nuevamente al rey Enrique VIII y renunció
a su cargo cuando el rey, en 1531, provocando un cisma en la Iglesia, se
auto-proclamó jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra. Por último, estando ya
encarcelado en la Torre de Londres, y luego de negarse al juramento de supremacía,
fue condenado a morir por decapitación en la plaza londinense de Tyburn.
Mensaje
de santidad.
Su
mensaje de santidad es –además de su lucha contra los herejes y el apoyo al rey
contra Lutero- la fidelidad hasta la muerte al “Rey de reyes y Señor de señores”
(Ap 17, 14), Cristo Jesús. Con la
entrega de su vida, Santo Tomás Moro no solo nos enseña que al Único al que
debe temerse es a Nuestro Señor Jesucristo y no a los poderosos de la tierra,
sino también que la oposición al adulterio –cometido por el rey Enrique VIII al
divorciarse de Catalina de Aragón- y la adhesión a la fidelidad y unidad del
matrimonio católico no se deben a meras costumbres sociales, sino que se
derivan de la santidad de la unión esponsal mística entre Cristo Esposo y la
Iglesia Esposa. Este último mensaje, el de la santidad del matrimonio católico
como participación a la santidad del desposorio celestial entre el Cordero y su
Esposa, la Iglesia Católica, es particularmente válido en nuestros tiempos, en
los que se pretende instalar al adulterio como norma, lo cual equivale a
afirmar que el Cristo de la Iglesia Católica puede convivir con cualquier
iglesia, o que la Iglesia, la Esposa Inmaculada de Cristo, puede traicionar a
su Esposo, el Cordero, por cualquier ídolo.
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