Lucas
nace de padres paganos en Antioquia se convirtió a la fe alrededor del año 40y
acompañó al apóstol Pablo en su segundo viaje apostólico y es el único escritor
del Nuevo Testamento que no es israelita. Es de cultura griega y dirigió su
mensaje a gentiles cristianos. Estaba muy bien educado en la literatura y era
médico. Autor del tercer Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles, en el que
se narran los orígenes de la vida de la Iglesia hasta la primera prisión de
Pablo en Roma. Posiblemente escribió entre 70AD y 80AD. Probablemente en los
dos años que San Pablo estuvo preso Cesarea (Hechos 20, 21). Se destaca como
evangelista y como historiador. Habrá conocido a Pablo en Antioquía. Ninguno de
los dos conocieron a Jesús durante su vida en la tierra. Sin embargo Lucas supo
escribir cuidadosamente guiado por el Espíritu Santo, lo que escuchó de los
testigos oculares. Es el único que narra la infancia de Jesús y el que trata más
sobre La Virgen María. Quizás porque ella misma le instruyó en Éfeso. Lucas
escribe para el mundo gentil. Resalta el aspecto universal de la redención. La
predicación a todas las naciones, comenzando por Jerusalén (Cf Lc. 24, 46-47).
El está consciente de los peligros de la legalidad judía, las herejías y la
frivolidad pagana. Su Evangelio muestra una atención especial hacia los pobres,
los pecadores arrepentidos y hacia la oración.
San
Lucas fue discípulo fiel de San Pablo quién lo describe como “Lucas, el médico
querido” (Col 4,14). Desde su prisión de Roma Pablo dice a su discípulo
Timoteo: “Lucas sólo queda conmigo”. San
Juan Crisóstomo le llamó: «Incansable en el trabajo, ansioso de saber y sufrir,
Lucas no acertaba a separarse de Pablo». Es autor igualmente del libro
denominado Hechos de los Apóstoles, en que se narran los orígenes de la vida de
la Iglesia hasta la primera prisión de Pablo en Roma. En los Hechos de los
apóstoles, Lucas se incluye en los viajes de San Pablo: "fuimos a...
navegamos a..." En uno de esos
viajes se embarcaron desde Troas a Fenicia. Otro viaje los llevó desde Fenicia
a Jerusalén. Mas tarde fueron juntos a Roma, en cuyo viaje sufrieron naufragio
y otros peligros. Según la tradición murió mártir en Acaya, colgado de un
árbol. Sus reliquias se encuentran en la Basílica de Santa Justina, Padua,
Italia. Patrón de: artistas, doctores, cirujanos, solteros, carniceros,
encuadernadores, cerveceros, escultores, notarios... Representado con: libro,
novillo alado, médico, pintando ícono de Nuestra Señora. Según la tradición fue
también pintor de la virgen. No se conocen los detalles de su muerte, pero la
tradición lo venera como mártir[2].
Mensaje
de santidad.
Aunque
no se dan las razones, a San Lucas Evangelista se lo representa con un novillo
alado o con un buey, muy probablemente a causa de la mansedumbre de estos
animales, ya que San Lucas se identifica también como el escritor de la
Misericordia de Dios: por esta razón el poeta Dante llamó a San Lucas como “el
que describe la amabilidad de Cristo”[3]. Y
esto es así porque en su Evangelio siempre aparece Jesús prefiriendo a los
pequeños, a los enfermos, a los pobres y a los pecadores arrepentidos. También
se ha llamado: “el evangelio de la oración”, porque presenta a Jesús orando en
todos los grandes momentos de su vida e insistiendo continuamente en la
necesidad de orar siempre y de no cansarse de orar[4]. Otro
nombre que le han dado a su escrito es el “evangelio de los pecadores” –está en
consonancia con el evangelio de la misericordia-, porque presenta siempre a
Jesús infinitamente comprensivo con los que han sido víctimas de las pasiones
humanas y por eso mismo son pecadores. San Lucas quiere insistir en que el amor
de Dios no tiene límites ni rechaza a quien desea arrepentirse y cambiar de
vida[5].
Quienes
somos pecadores debemos leer el Evangelio de Lucas, en el cual encontraremos el
Rostro de un Dios que, si bien es Justicia infinita, también es Misericordia
infinita y en Lucas, la Misericordia sobrepasa a la Justicia.
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