Como sabemos,
San Cayetano es el Patrono del pan y del trabajo, por esto está bien que le
pidamos al santo que interceda ante Dios para que nunca nos falte el pan o
alimento de la mesa y también para que nunca nos falte un trabajo digno, porque
el hombre debe trabajar por mandato divino -es lo que le dijo a Adán luego de
expulsarlo del Paraíso: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”- para ganar
el pan de cada día.
San
Cayetano, entonces, es Patrono del pan y del trabajo y sin embargo, cuando
vemos su imagen, no vemos que esté sosteniendo un pan material, del tipo del
que nos alimentamos todos los días en nuestros hogares. ¿Qué sostiene San
Cayetano, o mejor dicho, a quién? San Cayetano sostiene al Niño Jesús y nos
preguntamos por qué y la respuesta es que Jesús es el Verdadero Pan bajado del
cielo; Él es el Pan Vivo bajado del cielo, el Verdadero Maná celestial, el Pan
que da la Vida eterna. Además, San Cayetano, como sacerdote, nos da el
Verdadero Pan del cielo, la Sagrada Eucaristía y es éste Pan de Vida eterna el
que debemos pedir sobre todo al santo, que no nos falte nunca.
Y en
cuanto al trabajo, le debemos pedir que nos dé trabajo, pero sobre todo el
trabajo que nos pide Jesús en el Evangelio: “Trabajen por el Pan que da la Vida
eterna”, es decir, la Sagrada Eucaristía. Entonces, debemos trabajar como todo
ser humano, para ganarnos el pan de cada día, pero sobre todo debemos trabajar
en la Iglesia por y para la Eucaristía, el Pan Vivo bajado del cielo, para que
todos los hombres puedan alimentarse de este Pan que da la Vida eterna, el
Cuerpo y la Sangre de Jesús.
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