San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia celestial

San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia celestial
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio; reprímale, Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia celestial, arroja al infierno, con el divino poder, a Satanás y a los demás espíritus malignos, que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén".

jueves, 3 de noviembre de 2022

El Sagrado Corazón de Jesús nos aparta del camino de condenación al cual nos quiere conducir Satanás

 



En la Segunda Revelación del Sagrado Corazón, llevada a cabo el día 2 de julio de 1674, Fiesta de la Visitación, Jesús le reveló a Santa Margarita María Alacoque uno de los principales objetivos de la devoción al Sagrado Corazón, que es apartar a los hombres del camino a la condenación eterna en el Infierno al cual quiere llevarlos Satanás, para que los hombres, por medio del Sagrado Corazón, salven sus almas y lleguen al Cielo[1].

La Santa describe así la Segunda Aparición: “El Divino Corazón me fue presentado en un trono de llamas, más resplandeciente que un sol, transparente como el cristal, con esta adorable herida. Y estaba rodeado con una corona de espinas, que significa las heridas provocadas en su Corazón por nuestros pecados, y una cruz arriba que significa que (estos dolores estuvieron presentes en Él) desde el primer instante de Su Encarnación”. Aquí el Sagrado Corazón le explica a Santa Margarita el significado de los elementos de su Sagrado Corazón: la transparencia es la gracia santificante, la corona de espinas son nuestros pecados, la cruz significa que para alcanzar al Sagrado Corazón debemos subir a la Cruz de Jesús.

Pero luego continúa la santa: “Mi Divino Maestro me reveló que era Su ardiente deseo de ser conocido, amado y honrado por los hombres, y Su ansioso deseo de apartarlos del camino de la perdición, por el cual Satanás los está conduciendo en innumerables números, lo que lo indujo manifestar Su Corazón a los hombres con todos los tesoros de amor, misericordia, gracia, santificación y salvación que Él cntiene”. El Sagrado Corazón quiere darse a conocer a los hombres para que los hombres lo amen y lo adoren, por un lado, porque ése es el objetivo del hombre en la tierra, conocer, amar y servir a Dios y así salvar su alma, como dice San Ignacio, pero además, el otro objetivo del Sagrado Corazón, es “apartar a los hombres del camino de perdición por el cual Satanás” los está conduciendo “en gran número”. Es decir, la devoción al Sagrado Corazón, al llevarnos por el Camino de la Cruz, que conduce al Cielo, nos previene de ser conducidos por el camino de Satanás, ancho y en pendiente, que conduce a la eterna perdición. Este camino se puede ver que se presenta hoy, sobre todo en los medios de comunicación, aunque también dentro de la misma iglesia, bajo diferentes formas: el aborto, la eutanasia, la ideología de género, el feminismo ateo y abortista, la ideología homosexualista, conocida como “ideología LGBT”, y dentro de la Iglesia, el camino de Satanás es presentado por los católicos apóstatas que niegan el pecado y niegan la eterna condenación en el Infierno, aduciendo falsamente que Dios, en su infinita misericordia, no puede condenar a nadie eternamente en el Infierno, con lo cual contradicen directamente las palabras de Nuestro Señor Jesucristo.

La devoción al Sagrado Corazón, que está vivo, latiendo, glorioso y resucitado en la Eucaristía, nos previene entonces de caer en el lago del fuego, el Infierno eterno, además de conducirnos al Reino de los cielos.

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